Mucho se ha hablado y escrito (y se seguirá haciendo) sobre lo que supone o significa ser padres y madres, y cómo ser un buen padre. Sobre todo y especialmente cuando llega el primer bebé a la familia. No es sólo que la vida cambie, que los horarios se modifiquen o salten por los aires, que haya que adaptar ritmos y que sintamos una pérdida de control muy grave sobre nuestras vidas.
Nadie sabe al principio cómo ser un buen padre
Seamos honestos: nadie llega preparado al nacimiento de su primer bebé. Toda la preparación o mentalización, esos libros de psicología neonatal o los escasamente útiles avisos y consejos del entorno más cercano quedan en el (prácticamente) olvido más absoluto cuando ese bebé empieza a llorar anunciando su llegada al mundo.
Al momento que escribimos estas líneas el total de nuestra experiencia como padres es de 16 meses. Y han dado para mucho ya. Probablemente vuestro caso sea el mismo o parecido.
Cómo ser un buen padre: la pregunta de todos las mamás y papá primerizos
¡Qué lejos quedan las semanas de recién nacido! Cuando lo único que había que procurar es que el bebé estuviera alimentado, seguro y calentito. ¡Qué lejos quedan esos primeros gateos! Cuando no había que preocuparse por dónde escalaba o qué agarraba. ¡Y qué lejos queda la época de lactancia! Cuando la comida no salía volando ni tampoco cubría a tu bebé de arriba abajo.
No sé si tú, que estás leyendo, te has dejado (o te dejas) guiar más o menos por tus familiares y allegados pero nuestra conclusión refuerza el tópico de que: nadie conoce a su hijo o hija como sus padres. Y esto es una idea mucho más importante de lo que parece; es más, es LA CLAVE.
La importancia de conocer a nuestros hijos para saber cómo ser un buen padre
Si conoces bien a tu hijo, podrás responder mejor a sus demandas; si conoces bien a tu hija, podrás protegerla mejor y dotarle de herramientas; si conoces bien a tu hijo, la relación que vais a crear (y estáis creando) será más sólida y segura.
No conviene caer en la simpleza de “quiero lo mejor para mi hijo/a”, y con ese mantra ya justificar cada acción que se haga. Desde la perspectiva que te da ser padre o madre, uno puede observar que hay ciertas ideas sobre la crianza implantadas en la cultura general que se utilizan como escudo o justificación e impiden cualquier autocrítica o autoanálisis.
Tampoco es posible afirmar que haya una método mágico e infalible para criar a los hijos. Solo se puede intentar alcanzar un nivel de autoconocimiento suficiente para que nuestras heridas pasadas no interfieran en la relación que queremos construir; una relación basada en el respeto, la consciencia y el apego seguro. Limpiar la casa y planchar ropa puede esperar. Dar una respuesta emocional valiosa para nuestros hijos, no.
Si te preguntas cómo ser un buen padre, probablemente lo estés haciendo bien
Independientemente de quién seas y qué método de crianza estés llevando, seguramente lo estés haciendo lo mejor posible según tus circunstancias. Lo estás haciendo bien.
Y si necesitas un apoyo o simplemente quieres saber más, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En nuestro gabinete psicopedagógico Heila, organizamos Talleres de Crianza Consciente para padres como tú, que piensan en cómo mejorar su crianza.
Asimismo, contamos con muchos servicios que te pueden ser de ayuda. ¡Escríbenos! Estaremos encantados de ayudarte.